Muchas veces el fumador dice "no quiero dejarlo, tengo que dejarlo". ¿Se puede dejar de fumar si uno no desea hacerlo?.
Dejar de fumar es combatir una adicción que tiene componentes biológicos, comportamentales y también sociales, por lo cual es necesaria la motivación de dejar. Aunque muchos consiguen dejar espontáneamente, también hay muchas personas que sufren síntomas de abstinencia intensos que les impiden dejar. El 70% de los fumadores manifiestan querer dejar, y aquellas que no quieren dejar muchas veces cambian de idea cuando reciben información sobre el beneficio que tiene y cuando reciben información sobre estrategias para hacerlo: a veces no querer es no saber.
¿Hay nuevos tratamientos para dejar el cigarrillo?
El objetivo de dejar de fumar es dejar de forma completa, no bajar el consumo a unos pocos cigarrillos, por el riesgo para la salud que implica fumar aun poco. Suele ser efectivo fijar un día para dejar y bajar el consumo antes de ese día, no haciéndolo de forma brusca.
Muchas personas lo logran de forma espontánea, y entre los que no lo consiguen los tratamientos más efectivos son la combinación de estrategias para modificar la conducta y desprender al cigarrillo de las actividades cotidianas y tratamientos farmacológicos para controlar el síndrome de abstinencia que causa la falta de nicotina en el organismo. El tratamiento de apoyo conductual puede darse en forma individual o en grupos.
Los tratamientos efectivos incluyen medicamentos que dan nicotina de forma controlada (parches, chicles, comprimidos dispersables y spray nasal), bupropion - que es un antidepresivo que combate los síntomas de abstinencia- y vareniclina -que es un medicamento que bloquea los receptores de la nicotina en el sistema nervioso. Algunos productos con nicotina son de venta libre; los demás requieren supervisión medica. Es más efectivo combinar el tratamiento farmacológico con la ayuda comportamental. No hay evidencia científica de efectividad de la acupuntura, la hipnosis, el laser y se ha prohibido la comercialización de cigarrillos electrónicos.
En general, los que tratan de dejar de fumar dicen no tolerar la ansiedad, el síndrome de abstinencia. ¿Hay algo para sobrellevarlo mejor?
Frecuentemente la persona que intenta dejar sufre irritabilidad, nerviosismo, tristeza, incapacidad de concentrarse, insomnio, aumento de apetito y de peso . Estos síntomas son producidos por la abstinencia de nicotina y pueden llevar al fracaso del tratamiento . Las personas no fuman por ser ansiosas, es el cigarrillo el que produce su propia ansiedad.
En general la persona que lleva más tiempo fumando suele tener una dependencia física de la nicotina más fuerte que la persona que recién se inicia. Cuando una persona fuma en los primeros 30 minutos después de despertarse, fuma mas de 20 cig/dia o nota que le cuesta no fumar en la mañana, es probable que tenga menos posibilidades de éxito, ya que marca la presencia de adicción física más fuerte. Los tratamientos farmacológicos para dejar combaten el síndrome de abstinencia y aumentan significativamente las posibilidades de dejar con éxito. Son más efectivos combinados con una estrategia de modificación comportamental.
¿Hay maneras de dejar el cigarrillo sin ganar peso?
La nicotina acelera el metabolismo, aumenta la velocidad de funcionamiento del aparato digestivo e inhibe las células que producen apetito. Cuando se deja de fumar aumenta el apetito, en particular por los dulces, y además mejora el olfato y el gusto. Todo esto contribuye a que se pueda ganar peso al dejar, sobre todo si se hace sin un plan de tratamiento. En general no es aconsejable hacer una dieta estricta al dejar porque es difícil mantener el esfuerzo de dejar y el de la dieta. Es mas aconsejable adoptar una alimentación más sana, rica en fibras, vegetales y frutas e incorporar no menos de 30 minutos de actividad física diarios. Los medicamentos para ayudar a dejar controlan la ganancia de peso. Una vez que se logró dejar se puede encarar bajar de peso.
¿Sirve fumar menos? Los que dicen "fumo poco, 4 o 5 por día", ¿corren riesgo igual?
Es real que a mayor carga diaria de cigarrillos mayor riesgo de tener enfermedades. Sin embargo, los fumadores de 10 cigarrillos por día tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de páncreas, infarto agudo de miocardio y disminución de la movilidad de los espermatozoides, entre muchas otras enfermedades. En el caso de la mujer fumar menos de un atado por día triplica el riesgo de sufrir fracturas de tobillo, disminuye la fecundidad y aumenta el riesgo de embarazo ectópico. Ademas, el riesgo de sufrir enfermedades también depende de predisposiciones genéticas, y personas que fuman menos de un atado por día pueden estar en riesgo de sufrir enfermedades graves. No hay una cantidad segura de cigarrillos que se puedan fumar.
¿Hay maneras de evaluar la situación pulmonar de un fumador? ¿Hay radiografías o estudios especiales que permitan anticipar problemas más graves en corto tiempo?
Las personas fumadoras o ex fumadoras que tienen tos, expectoración o falta de aire pueden estar en los estadios iniciales de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta enfermedad puede diagnosticarse mediante una prueba sencilla llamada espirometria. Hay información en la literatura médica que indica que la realización de una tomografía de pulmón podría ser útil para detectar cáncer de pulmón antes de que aparezcan síntomas. De todas formas, la medida mas útil en este caso es plantearse dejar de fumar, porque el riesgo de cáncer de pulmón toma algún tiempo en desaparecer.
¿Cuáles son las principales consecuencias del cigarrillo?
El consumo de cigarrillos es la principal causa de muerte prevenible. Es responsable de la muerte del 50% de los fumadores, y acorta la vida en 10 años. Es causante de cáncer de pulmón, infarto agudo de miocardio, accidente cerebro vascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica . Empeora el curso de otras muchas enfermedades. En Argentina se estiman 40.000 muertes anuales por fumar.
¿Cómo evitar recaídas? ¿Hay "barandas" donde apoyarse?
La posibilidad de recaer existe siempre y por eso es importante no tener acceso a cigarrillos, encendedores y ceniceros y estar atento a las oportunidades sociales de encontrarse con fumadores. Una pitada hecha por curiosidad puede reiniciar el circuito de la adicción. Afortunadamente los síntomas de abstinencia y las posibilidades de recaer suelen disminuir con el paso del tiempo: son más intensas en la primera semana de dejar pero luego ceden.
Buscar apoyo de familiares y amigos, plantearse una fecha para dejar, ir bajando paulatinamente la cantidad de cigarrillos en los días previos fumando afuera o anotando lo que fuma, eliminar los cigarrillos totalmente el día que se fijó para dejar. Si ha fracasado en intentos previos o tiene indicadores de adicción física (fuma en los primeros 30 minutos después de despertarse, fuma mas de 20 cig/dia o nota que es mas difícil no fumar en la mañana), buscar un tratamiento intensivo: existe una línea de ayuda al fumador del Ministerio de Salud 0800-999-3040 que puede brindar orientación en estos casos.
La vacuna estaba en una etapa final en año pasado. ¿Cómo sigue el tema?
Se hallan en fase de experimentación vacunas contra la nicotina. La vacuna genera anticuerpos que se unen a la nicotina e impiden su paso al sistema nervioso central. Bloquean su efecto gratificante pero no protegen contra otros efectos nocivos del cigarrillo que se producen por la inhalación de 7000 sustancias tóxicas. Sin embargo, hay que recordar que esta vacuna se halla aun en fase de investigación en animales y que no está disponible para su uso clínico. Muchos medicamentos en desarrollo no llegan a aprobarse para su uso definitivo por efectos adversos que no son evidentes en los estudios de desarrollo.
Cuando esa vacuna llegue al mercado, ¿será eficaz?
Hay algunas dificultades potenciales con este tipo de vacunas: son vacunas de muy alto costo, que requieren múltiples aplicaciones y si bien obstaculizan el efecto de la nicotina por impedir su llegada al cerebro, un fumador puede vencer ese efecto aumentando la cantidad de cigarrillos y por eso no es aún claro si es un tratamiento para dejar de fumar que se pueda usar como única medicación o si debería asociarse a los medicamentos ya disponibles (reemplazo de nicotina -que teóricamente contrarrestaría- bupropion o vareniclina).
Se ha dicho que puede ser útil para la prevención del tabaquismo adolescente...
Hay quienes han postulado que impedir que un adolescente sienta los efectos de la nicotina vacunándolo anticipadamente seria antiético porque la experimentación con el cigarrillo seria parte del proceso de aceptación grupal de los adolescentes e impedirlo requeriría del consentimiento pleno del adolescente y sus familiares. Mi visión personal es que es prevenir una causa potencial de muerte, y que estaría justificado. En la práctica, el elevado costo impediría una vacunación masiva.